Resumo: Artigo 36253
Prevenir o disciplinar? Vacunacion antivariolica e higiene en Colombia 1840-1922 (36, 26, 50, 11, 3)
Diana Obregon, Universidad Nacional de Colombia, Colombia.
Apresentação: Wednesday, May 29, 2008 3:45PM - 5:45PM sala 201 - UNIRIO VII ESOCITE - Sessão 21 - Chair: Flavio Edler
Abstract.
Examinando las tensiones entre vacunacion e higiene en las Filipinas bajo la ocupacion norteamericana, Warwick Anderson ha argumentado que entre mas efectiva sea la inmunizacion en su accion preventiva, menos oportunidades existen para un Estado de disciplinar a la poblacion y de involucrarla en un proceso civilizador basado en los rituales de evitar el contagio de las enfermedades por medio de la reforma de los habitos individuales. De ahi la relacion ambigua entre el Estado colonial filipino y las campaas masivas de vacunacion y su escaso compromiso con estas. Sin embargo, continua Anderson, dado que la vacunacion involucra localizacion, inspeccion y registro de la poblacion e introduccion de sustancias extraas en el cuerpo, y con frecuencia deja marcas o provoca alguna reaccion fisiologica, se ha considerado que la vacunacion, y no la higiene, es el rasgo mas intervencionista de la medicina de Estado. Aunque Anderson reconoce que la dicotomia entre higiene que disciplina y vacunacion que previene es demasiado rigida, resulta interesante examinar como se ha dado esa relacion en un contexto no colonial como el colombiano, donde la cuestion se hace mas compleja por la debilidad extrema de las instituciones publicas. En este trabajo me centrare en las vicisitudes de la vacunacion antivariolica en Colombia, excluyendo los temas de aislamiento y construccion de hospitales no porque estas medidas hubieran sido secundarias para el control de la viruela. Mas bien lo que resulta intrigante es por que la vacunacion, reconocida de manera explicita por el poder civil (y tambien por el eclesiastico) como una forma eficaz de prevencion y en ausencia de oposicion popular al procedimiento, solo hasta 1922 se hizo obligatoria. Los estudiosos de la medicalizacion y del aumento creciente del poder de los saberes expertos han escogido los casos de la lepra, la sifilis, el alcoholismo y la tuberculosis porque ellos muestran de manera paradigmatica que los intentos de controlar la expansion de esos contagios resultaron en la persecucion de determinados grupos sociales y en el incremento del control social y disciplinario de la poblacion por parte del Estado. El caso de la viruela resulta diferente por la existencia desde finales del siglo XVIII de un preservativo eficaz, barato y relativamente facil de aplicar: la vacuna jenneriana. Segun un conocimiento empirico de vieja data, quien ha sobrevivido a la viruela no sufre un nuevo ataque de la enfermedad. Por ello, una antigua prevencion conocida en numerosas culturas fue la inoculacion directa de material varioloso tomado de las pustulas para provocar una forma atenuada de la enfermedad. Esta practica fue reemplazada a finales del siglo XVIII, con los trabajos de Edward Jenner, por la vacunacion, esto es, la inoculacion del virus del cowpox tomado de las ubres de las vacas. La vacuna deja una inscripcion indeleble sobre el cuerpo y actua como memoria interna. La cicatriz visible en la piel de quien ha sido vacunado revela el poder inmunizador del virus, asi como las marcas en el rostro de quien ha resistido a la infeccion. La vacunacion ha estado orientada a proteger al cuerpo social en su conjunto, como lo indica la llamada herd immunity, principio epidemiologico en el cual se baso la erradicacion mundial de la viruela anunciada al mundo por la Organizacion Mundial de la Salud en 1980: basta un porcentaje de vacunacion del 80% para que en una comunidad se rompa la cadena de transmision. En Colombia, las epidemias de viruela dieron lugar a una serie de acciones de tipo publico como creacion de juntas de sanidad, aislamiento de enfermos, construccion de hospitales, vacunacion y difusion de reglas higienicas, lo cual muestra la existencia de continuidad de la politica ilustrada del siglo XVIII que sento las bases del principio de proteger la salud de la poblacion como un deber estatal. En tiempos de calma prevalecia un interes mas bien retorico en extender la vacuna, mientras que en tiempos de epidemia las cifras de vacunados aumentaban de manera significativa. El temor que provocaban las epidemias de viruela, era utilizado para imponer medidas higienicas tendientes a disciplinar los cuerpos y las poblaciones. Sin embargo, la disyuntiva entre vacunacion e higiene se complica si se tienen en cuenta otras variables como la gran fragilidad del Estado, las dificultades tecnicas para mantener una suficiente provision de vacuna hasta por lo menos 1897 e incluso la atenuacion de la virulencia de las epidemias a comienzos del siglo XX que hizo menos temida la enfermedad y por tanto menos urgente la vacuna. Asi, vacunacion e higiene fueron estrategias complementarias, no excluyentes, y fueron con frecuencia impulsadas por los mismos agentes.